Pensamiento y acción para el aprendizaje científico
Preguntas generadoras # 5
INTRODUCCIÓN
La objetividad es un desiderátum en cuanto es tratada siempre por sujetos, sin embargo existen claros criterios que hacen en mayor grado a la objetividad no el discurso sobre algo o alguien si no a las cualidades de subjetividad y objetividad en las ciencias.
DIFERENCIA
ENTRE SUBJETIVIDAD Y OBJETIVIDAD EN LAS CIENCIAS
La objetividad es la cualidad de lo
objetivo, de tal forma que es perteneciente o relativo al objeto en sí mismo,
con independencia de la propia manera de pensar o de sentir (o de las
condiciones de observación) que pueda tener cualquier sujeto que lo observe o
considere.
Por la
definición antes dicha, la objetividad es un desiderátum en cuanto es tratada siempre por sujetos, sin
embargo existen claros criterios que hacen en mayor grado objetivo o no el
discurso sobre algo o alguien. Por ejemplo los criterios de verdad en gnoseología, el principio de realidad en psicología y
las tablas de verdad en lógica, o las
formulaciones correctas de explicaciones matemáticas dan pautas objetivas; un
ejemplo de enunciado objetivo típico es: «las hojas de las plantas con clorofila son
percibidas visualmente casi siempre de color verde por el Homo sapiens»,
por el contrario un ejemplo típico de enunciado subjetivo es (aunque sea
válido): «las plantas cuyas hojas son de color verde, visualmente son
hermosas».
La
objetividad en sentido epistémico no es
sinónimo de verdad, aunque a
menudo solemos confundir los dos conceptos. Es más bien un "índice de
confianza" o de "calidad" de los conocimientos y
representaciones.
Tampoco es
sinónimo de fidelidad al objeto ("fiel a la realidad"), a pesar de
que éste sea uno de sus criterios más frecuentemente mencionados, porque los
criterios normativos que permiten distinguir lo objetivo de lo que no es, son
fijados en cada ámbito por la comunidad de los miembros o expertos del mismo.
Desde Kant la
objetividad es definida como validez universal, esto es, validez para todos los
hombres, con independencia de su religión, cultura, época o lugar, por contraposición
con aquello que vale sólo para unos pocos. De modo que la objetividad se opone
al relativismo. A partir
de los años
sesenta, sin embargo, la exigencia de universalidad empieza a ser sustituida
por la exigencia de consenso en el
seno de la comunidad (científica, cultural,...), separando de este modo
diferentes esferas de uso del concepto. Lejos de la concepción estrictamente
formal o metodológica que marcó el llamado positivismo lógico, nos
aproximamos hoy en día a una concepción mucho más intersubjetiva.
La objetividad de un sujeto está
relacionada con planteamientos tan epistémicos como morales. La encontramos
habitualmente formulada en términos de neutralidad, imparcialidad, o
impersonalidad. Se trata de un distanciamiento del sujeto respecto de él mismo
en aras de acercarse al objeto, desde una concepción en la que objetividad y
subjetividad se excluyen mutuamente.
Se supone
que para ser objetivo, a la hora de expresar un juicio, el sujeto debe
abandonar todo aquello que le es propio (ideas, creencias o preferencias
personales) para alcanzar la universalidad, esto es, aquello que Thomas Nagel llamó
el "punto de vista de ninguna parte". Una concepción utópica
("de ninguna parte") fue cuestionada, sobre todo a partir de
los años 60 y 70 por
motivos tanto prácticos como teóricos. Es dar tu opinión o ver las cosas desde
un punto de vista general, lo contrario a subjetivo.
CONCLUSIÓN
Podemos concluir que la objetividad y la subjetividad en las ciencias son la forma perteneciente a lo relativo en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir (o de las condiciones de observación) que pueda tener cualquier sujeto que lo observe o considere.
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